La fundación de la ciudad de Avilés se remonta al siglo XI. Desde siempre primaron en Avilés la labor artesanal y las actividades pesqueras sin que faltara tampoco entre sus pobladores la presencia de grandes linajes.

En 1950, se instalan en Avilés los altos hornos siderometalúrgicos y se produce un importante desarrollo de núcleos fabriles.

En la actualidad la ciudad de Avilés presenta dos caras: El paisaje industrial que la rodea y el rico patrimonio histórico de su interior (centro o núcleo histórico de la ciudad de Avilés).

Los edificios y lugares más significativos desde el punto de vista histórico y artístico de Avilés son:

* Iglesia de los padres Franciscanos: De factura original románica, conserva de ese estiilo sobre todo la portada.

* Calles de la Ferrería Galiana y del Rivero: Estas tres importantes calles o cías aportan también gracias a sus soportales, algunas de las más típicas estampas de Avilés. La Ferrería es la principal de cuantas discurrían por el interior de su recinto amurallado y una de las que guardan más vestigios del Avilés medieval.

* Palacio de Camposagrado: Es el palacio más destacado de Avilés. Su fachada sur está considerada como el mejor ejemplo del barroco asturiano. Aparece enmarcada por dos torres laterales, simétricas y blasonadas. En el cuerpo central destaca el escudo de Bernaldo de Quirós, marqués de Camposagrado.

* El Parque del Muelle y el Parque de Ferrera: El Parque del Muelle está situado frente a la ría. Fue diseñado a finales del siglo XIX, en terrenos ganados al mar. El segundo parque es un auténtico pulmón verde de estilo inglés, más reciente que el Parque del Muelle. El Parque de Ferrera es el mayor y el más utilizado por las gentes de Avilés.

* Casa de Valdecarzana: Es el edificio civil más antiguo de Avilés y el de más clara traza gótica.

* Plaza de España: La Plaza de España es el centro histórico de la ciudad. En ella destacan cuatro importantes palacios: El Palacio Municipal, sede del Ayuntamiento; la casa García Pumarino; el palacio del marqués de Ferrera y el de Camposagrado, todos ellos levantados básicamente a lo largo del siglo XVII.

* Fuente de los Caños de San Francisco: Es uno de los símbolos arquitectónicos de Avilés. Se realizó en el siglo XIII dentro de las labores desarrolladas para canalizar la traída del agua a la ciudad. El agua mana por la boca de seis cabezas y se vierte en un pilón que en otro tiempo hizo función de abrevadero.

* Barrio de Sabugo: Es el antiguo el antiguo barrio marinero de la ciudad, hoy también punto de encuentro de la juventud que acude a recorrer el alto número de sidrerías, cafeterías y bares que se encuentran entre sus calles. En el Barrio de Sabugo se encuentran algunos de los más atractivos rincones de Avilés.

* Capilla de los Alas: Esta poderosa familia de mercaderes levantó en el siglo XIV esta bellísma Capilla, una verdadera joya arquitectónica. La Capilla de los Alas es un pequeño edificio de una sola planta con trazas románicas de aparente sencillez pero de gran belleza. Destaca la gran bóveda nervada que apoya sobre ménsulas con forma de cabeza humana.

Avilés contó desde su fundación con un activo puerto. La principal ocupación de sus habitantes siempre estuvo relacionada con la pesca y con las mercaderías que entraban o salían del puerto. Vestigio de aquella actividad marinera es Sabugo, heredero del barrio medieval de pescadores, extramuros de la ciudad.

El Barrio de Sabugo, hoy, alberga varios monumentos de interés, así como gran número de sidrerías, bares y cafés que lo convierten en un centro de reunión importante en Avilés.

* Plaza de Carbayo: Es el centro neurálgico del barrio de Sabugo. Aquí no sólo residían pescadores, sino también artesanos y otros profesionales relacionados con la mar. El barrio aislado durante siglos del resto de la ciudad sólo se comunicaba con ella por un estrecho puente hasta la desecación de las marismas en los siglos XIX y XX.

* Iglesia vieja de Sabugo: Su construcción, a principios del siglo XIII, atendía las necesidades religiosas de los pescadores que residían fuera del recinto amurallado. El ábside, su parte más antigua, refleja una clara personalidad románica que evoluciona hacia el gótico a medida que se llega a la portada su parte más reciente.

* Plaza del Mercado: La Plaza del Mercado se encuentra situada sobre terrenos desecados de las marismas. Aunque en principio en el solar se proyectó la realización de un parque, finalmente se levantó, a finales del siglo XIX, este mercado cubierto formado por galerías de madera y soportales con columnas de hierro.